La cama era muy cómoda, ideal después de caminar varios días, y la limpieza del lugar impecable. El café a disposición en la entrada fue un gran detalle. Sin embargo, la decoración del baño podía ser mejor, ya que era un poco limitada. noté que el área común necesitaba más atención, como la reposición de suministros de café. La ubicación fue excelente, a pocos pasos de la Catedral, lo que facilitó la exploración de la ciudad.

1 Ubicación excelente
2 Decoración cuidada
3 Desayuno variado

1 Ruido de la calle
2 Baño pequeño

Hablemos de lo que realmente importa

Un hotel acogedor con un personal increíblemente amable. Las habitaciones están dedicadas a las Artes y cada rincón respira encanto. La ubicación es inmejorable, a un paso de la catedral. El desayuno es satisfactorio, y vale la pena el precio. Sin duda, una experiencia que repetiría.

El lugar está bien situado y es fácil moverse.

Tuve varias experiencias negativas durante mi estancia. Primero, la habitación era bastante pequeña y no tenía buena ventilación, lo que hizo que las noches fueran incómodas. Además, el baño tenía un mal estado, con moho y condiciones de limpieza inaceptables. Y para colmo, no había nadie disponible para reponer los suministros de café ni mantener el área común en condiciones adecuadas.

Ubicación y desayuno perfectos

La ubicación es inmejorable, a solo un paso de la catedral, lo que hace que moverse por el centro sea súper fácil. Además, el desayuno tiene opciones ricas como tostadas, bollería y café que te preparan para el día. La habitación era cómoda y estaba bien decorada. Solo desearía que hubiera un poco más de insonorización para no oír a los gaiteros tan temprano.

La habitación estaba muy limpia y el personal fue extremadamente amable, siempre pendiente de cualquier detalle que pudiera necesitar.

El desayuno podría mejorar, ya que las opciones eran limitadas y no había reposición de los artículos disponibles en el área común.

La habitación era pequeña, pero muy limpia y cómoda para descansar.

Este lugar me queda perfecto, con wi-fi rápido, guarda equipaje y TV de pantalla plana. En mi primera estancia, el personal me devolvió una cosa que olvidé, lo cual recordare siempre. ¡Recomiendo disfrutar del café disponible! Volveré para una escapada romántica.

El hotel es como un laberinto de arte, cada habitación cuenta una historia, y la mía, dedicada a la Danza, estaba decorada con tanto gusto que me sentí como si estuviera en una exposición. El desayuno era un festín, con opciones locales que daban ganas de pedir un segundo plato y tomar un café que podía despertar hasta al más dormilón.

Baño algo limitado

la cama era super cómoda y el baño contaba con buenas amenidades. el ruido en la calle es un poco constante.

La habitación "de la música" cuenta con vistas a la catedral, lo que brinda un ambiente único y encantador. La limpieza del espacio es notable y el tamaño del baño, aunque un poco limitado, se mantiene impecable.

A pesar de la buena actitud por querer resolver el asunto de la cama, notamos que el ruido de los gaiteros puede interferir con el descanso, especialmente a primeras horas de la mañana. Además, aunque la disponibilidad para check-in es alrededor de las 16:00, la posibilidad de acceder a la habitación antes podría ser mejorada para quienes llegan con equipaje. El desayuno tiene opciones limitadas, lo que podría ser un punto a considerar si buscas mayor variedad.

La habitación era amplia y muy acogedora, además el desayuno que ofrecían cada mañana estaba delicioso. Me encantó relajarme en la terraza y disfrutar de un buen libro mientras tomaba un café. Aunque el check-in online es práctico, noté que no había nadie para reponer los artículos de café, por lo que sería genial si eso mejorara. ☕

El wi-fi funcionó bien y el check-in fue rápido. La habitación era algo pequeña.

La ubicación es inmejorable, a solo un minuto de la Plaza de Obradoiro, lo que hace que explorar la ciudad sea facilísimo. La habitación que elegí, dedicada a la Danza, era pequeña pero muy acogedora, con muchos detalles bonitos. A pesar de que el baño era algo limitado en espacio, estaba siempre muy limpio. Me gustó que el desayuno, por solo 6€, incluía café, bollería y un par de opciones más, aunque me hubiera gustado más variedad. Por otra parte, noté que el check-in fue rápido, pero durante mi estancia no había nadie para reponer los suministros de café o limpiar la zona común, lo cual podría mejorarse. La calidad del sueño estuvo bien, aunque se escuchaba algo de ruido de la calle, pero no me molestó demasiado. Volvería seguro, pero con la esperanza de un mejor mantenimiento en los espacios comunes.